Introducción.
El amor entre humanos siempre ha existido, ese “algo” que sientes tan dentro de ti, hacia los demás y hacia ti mismo. Ese sentimiento de querer “dar” y compartir.
Pero no se trata de amor en el concepto actual, no hablamos de enamoramientos, atracción física, temas de pareja ni nada por el estilo.
El Amor que representa el Didni primitivamente era algo más profundo que todo esto. Iba más allá del mundo terrenal. Desear el bien a alguien, una vida próspera para un hijo, una unión entre dos almas que están destinadas a estar conectadas en la eternidad… sea cual fuere su camino individual.
Es difícil de entender, pero si nos ponemos en situación y pensamos que las personas que vivían en grupos de no más de 150 miembros, nacían, crecían y morían juntos normalmente. Eran como una gran familia y su unión iba más allá que la unión de sangre. Trasladándose por el territorio en búsqueda de caza y cobijo. La desconexión con la naturaleza significaba la muerte. Por lo tanto el “SENTIR” la vida era algo de suma importancia. Pero esta gente vivía así de manera natural… conectados.
Los instintos eran muy básicos, lógicamente para sobrevivir no podía ser de otra forma, comer, dormir, cazar, reproducirse… pero para que todo esto funcione debe haber una sincronización entre los seres, y por supuesto con su entorno.
Amar a sus ríos, porque les dan agua de vida, amar a la tierra que les da de comer, amar el fuego que los caliente y protege, amar a su gente que les da refugio espiritual durante su vida, y también quizás, después de su muerte…
Didni era todo esto.
Hoy en día entendemos el amor de otra manera, pero si nos fijamos, en el fondo es lo mismo; amamos aquello que nos hace felices, a aquellos con quienes tenemos una conexión especial, y quién sabe si este amor no solo es terrenal, si no que va más allá. La única diferencia entre nosotros y nuestros antepasados lejanos, es que ellos eran conscientes y por lo visto, nosotros nos hemos desconectado tanto de la esencia de la vida, que hemos perdido de vista el amor que nace en los humanos de manera natural.
En la actualidad estamos cegados con el mundo virtual y superficial, ENTERAMENTE FALSO, pero el Didni te reconectara AL ORIGEN, a ti y a la persona del “dar”. Dale tiempo al Didni de SER para tí y de conectarte.
El Didni de “dar”.
De aquí sale el segundo Didni, el que se usa para “dar”, para transmitir, para cuidar… para amar.
Darle un Didni a un ser querido significa darle algo de ti. Porque le amas, incondicionalmente, de corazón.
Un padre, en amigo, un hermano, tu pareja… la cuestión es que todos en algún momento de nuestras vidas amamos a alguien especial, y esa persona es la que merece que le regales tu “Didni de dar”.
Solo quien tenga aun la conexión viva dentro de sí, por mínima que sea, entenderá esto. El Didni hará que esa magia emerja de nuevo al exterior. La magia del Dar. De que hay algo más que la mera existencia mundana y moderna, algo más profundo, dentro de uno, y de todos, eso que siempre estuvo allí, aquello de lo que formas parte, ahora y siempre… ¿Crees que vas a encontrar la felicidad fuera de ti?
Con el Didni volverás a sentirlo cuando saque lo mejor que tienes dentro, tus cualidades especiales y únicas, la conexión contigo mismo, la calma que te genera. El equilibrio y paz profunda. Ya no necesitaras seguir el ejemplo de nadie, ni buscar identidades superficiales, podrás salir de tu bucle mental y ver tu vida con mayor claridad.
Tienes tu propia historia que contar. Y el Didni va a estar contigo en el proceso y con la persona que tú elijas… Confía.
Pero recuerda que nada es para siempre y el “dar” también es soltar con desapego.
Tienes que entender que el amor en sí mismo es una energía canalizada por el Didni. Esta fuerza natural está en todo; animales, plantas, humanos y tiene más poder del que te puedes imaginar… La ausencia de dicho “amor” genera trastornos mentales de la personalidad en diferentes niveles. ¿Ahora entiendes por qué el mundo esta tan desequilibrado con la gente que está al mando? Carencia absoluta de amor. Carencia de conexión. Falta total de empatía, desorden, caos…
Por eso siempre hay dos bandos, los extremos opuestos. Didni mantiene el equilibrio entre ellos, te mantiene a ti en ese equilibrio y te aleja del caos mencionado en el párrafo anterior. No hay “dar” en el mundo hoy en día.
Si no hay entrega en la vida, no hay ciclo, todo se rompe. El Didni del “dar” es PRIMORDIAL a la hora de equilibrar tu vida hacia un estado más INSIBLE.
¿Y tú… tienes a alguien a quien quieras… “dar”?
Cuando regalas un Didni del “dar”… Entregas mucho más de los que crees.
Invitas a esa persona a experimentar de nuevo algo que posiblemente perdió, por culpa de la era moderna. Le regalas un espacio de reflexión, un sentimiento inexplicable al ritualizar su Didni y entender…
Das mucho más que un regalo.
Entregas un Didni.
